Reconciliarse antes de una nulidad matrimonial
Este es el reto que se plantean los tribunales eclesiásticos, y que tenemos los abogados especialistas en nulidades matrimoniales canónicas, cuando recibimos un matrimonio en crisis.
Pero es ciertamente difícil, porque normalmente el matrimonio está ya roto.
No obstante, este es uno de los principales retos para la implementación efectiva de la reforma, y así se manifestó recientemente el padre Marcelo Gidi, catedrático de la Pontificia Universidad Gregoriana de Roma, en un congreso, en el que identificó tres aspectos:
“En primera instancia, es fundamental que existan operadores de justicia en la Iglesia preparados y formados. No solo se requiere el voluntariado, sino el ejercicio de competencia, el ejercicio deontológico, porque tiene que hacerse cargo de una situación tan sagrada como es un matrimonio y, sobre todo, una situación tan sagrada como es una situación de una familia que se ha visto rota por un fracaso».
«El segundo reto es garantizar que la administración en la Iglesia sea pensada por la verdad, por la caridad y por la justicia. No solamente para aquellos que tengan interés, ni para aquellos que tienen recurso (…) Esta reforma dice que ojalá en todas las parroquias existan personas u oficinas para acoger e informar cuál es su situación eclesial para ayudarla y acompañarla en el procedimiento de nulidad, si es que esa historia tiene un fundamento para el procedimiento eclesiástico de nulidad».
Creer en el matrimonio y en la familia
El último punto destacado por el padre Marcelo es «creer en el matrimonio y en la familia, ya que es un elemento importante para ejecutar esta ley de declaración de nulidad, por eso la justicia tiene que defender también el verdadero matrimonio y la familia”.